Una molécula muy simple, la del agua, que está formada por dos átomos de hidrógeno unidos en forma covalente con un átomo de oxígeno, es muy importante en nuestro planeta. Nuestra vida y la de los demás seres vivientes dependen de estas moléculas tan simples. Si un área sobre la Tierra tuviera muy poco agua, llegaría a ser un árido desierto con muy pocos o ningún ser viviente. Por el contrario, si hubiera demasiada agua, la vida normal de los habitantes de ésta área sería imposible y desaparecería, para dar paso a la vida acuática, animal y vegetal.
Hay una cantidad inmensa de agua en nuestro planeta; sin embargo, en su mayoría no se encuentra en estado líquido –estado físico en el cual nos es más útil-, o bien, contiene sustancias disueltas que la hacen inadecuada para la mayoría de los usos. Las mayores reservas de agua se encuentran en los océanos, pero tanto esa como la que está a nuestro alcance no es pura, es decir, el 100 % no son moléculas de agua. El agua disuelve, en mayor o menor grado, todo tipo de sustancias: es un “solvente universal”. Para comprender por qué ocurre esto, qué hace tan especial este líquido tan familiar, revisaremos más a detalle su estructura.... adelante!